Se recomienda ir sin desayunar. En caso contrario, con el menú del día quedaréis paralizados el resto de la jornada. Sabrosísimo el pote de castañas, el asturiano, la fabada, el jabalí y el cordero a modo de caldereta. Tienen unos orujos caseros que restan dos puntos sólo con olerlos (por eso recomiendo beberlos). El comedor de abajo está ambientado al estilo rústico quirosán. A mí me resulta muy agradable dejarme caer por allí de vez en cuando. Buena gente, buena comida, buena carretera, buen paisaje, buen precio. ¿Qué más queréis? Animaos, leñe, que estáis todo el día en los mismos sitios. Un abrazo.
viernes, 22 de enero de 2010
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1 comentario:
doy buena fe que merece la pena una escapadina de vez en cuando.
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