Como ésta, tomé pocas

Como ésta, tomé pocas

sábado, 16 de enero de 2010

Fitomar (Playa La Espasa, Caravia, Asturias)

Aquí tenéis dos opciones. La primera es ir fuera de la vorágine estival (recomendable) y entonces podréis sentaros a comer o cenar sin agobios. La segunda, más incómoda pero en la que todos caemos, es ir en verano. Tendrás que pegarte con algún bañista oportunista por una mesa de la terraza a la que echaste el ojo allá por las 15:30. Una vez conseguido esto, lo fácil es pedir de picar unas bravas, croquetas, pimientos de padrón y fritos de pixín, para rematar con unos escalopines, que los hacen muy ricos. La sangría, bastante buena. La vista sobre la playa merece la pena. Veremos como lo hace el hermano de Fran, ahora que él ya no está. Salud.

Casa Covián (Selorio, Villaviciosa, Asturias)

Hace tiempo que no voy por este sitio y espero que sigan cocinando el pescado como la última vez que estuve. La verdad es que tienen buen producto fresco. Lo preparan fundamentalmente al horno y tienen variedad suficiente. Yo tomé chopa a la espalda y estaba francamente buena. Espero volver pronto para detallar más la crónica.

La Corte de Lugás (Lugás, Villaviciosa, Asturias)

Acogedor hotel rural con buen restaurante. Trabajan bien las carnes y merece la pena alguna de las entradas. El día que mi amiga Paloma hizo allí su comida pre-boda, de la fabada no quedó ni la olla. Su bodega es amplia y el comedor, agradable, de estilo rústico. Saludos a Dani y a su familia.

El Babú (Caravia Baja, Asturias)

Coqueto hotel con restaurante de corte moderno. Su cocina a la carta es más evolucionada de lo que se estila en la zona. Hacen bastante bien los risottos y a las carnes les dan un toque de modernidad. Tomamos un arroz negro que no tenía nada que envidiar a los de Sitges. Un menú adecuado completa la oferta. Es más caro que la media. Saludos

viernes, 15 de enero de 2010

La Cabaña (Playa de la Griega, Colunga, Asturias)

Situado un poco más al oeste que el Vistalegre, pero con peores vistas. También tiene terraza, que en verano suele estar hasta los pelos de gente playera. A día de hoy, no comí nada digno de resaltar, si bien de las parrochas, los chipirones y las croquetas no sobró nada. En su conjunto resulta correcto para tapear, sobre todo cuando no hay sitio en el anterior, por aquello de aprovechar el viaje.

Restaurante Vistalegre (Playa de la Griega, Colunga, Asturias)

Todo un clásico del verano colungués. Situado en la playa de la Griega, se come francamente bien. (Cuidadín con la dueña que es de Lué: metrópoli capital y centro de la galaxia). Tienen cetárea y un salón con capacidad suficiente como para dar un homenaje a Fernando Alonso. Las carnes, excelentes, al igual que los pescados y las raciones. la paella de marisco está buena y la de bogavante, mejor. Muy buena opción para tomar el vermú (como dicen ahora, el aperitivo) en su amplia terraza. La vista sobre la playa, sencillamente preciosa. Nos vemos.

La Bodeguina (Colunga, Asturias)

El único sitio de Colunga, que yo conozca, en donde se puede comer una buena hamburguesa. Se trata de una adaptación libre de las conocidas "Hollywood". También tienen raciones y tapas. En verano, pequeña terraza en "la cuesta" con buenas vistas hacia todo lo que pase por la carretera general. No resulta nada caro. Buen provecho.

Hotel Entreviñes (Colunga, Asturias)

Este pequeño hotel de Colunga capital también tiene restaurante abierto todo el año. En los festivos del invierno ofrecen un interesante menú del día, generalmente con fabada de primero. En verano prefiero ir a la terraza que, normalmente, suele tener sitio llamando unas horas antes. Las raciones son buenas y abundantes, sin pretensiones, pero bien planteadas. Mejillones a la marinera o en vinagreta, parrochas con jamón, pulpo a la gallega, calamar fresco frito (preguntar si es pata negra) y escalopines suelen ser una buena elección. Además, siempre se adhieren a las jornadas gastronómicas que se organizan por la zona. No es caro y te sientes como en casa gracias a la bondad de Noemí y Manolo. Un abrazo.

Casa Carlos (Caravia Alta, Asturias)

Desapercibido restaurante de pueblo, eclipsado por el mayor empaque de "El Hostal". Tienen una cocina que sorprende por lo bien que elaboran los pescados, besugo y bonito, a la manera tradicional marinera. El comedor es pequeño, pero admiten reservas. En verano, hay tiros merced a los veraneantes "de toda la vida". Yo sólo fui una vez y me gustó. Volveré!

La Zapica (Villaviciosa, Asturias)

Yo no sé donde aprendió esta mujer a cocinar, pero lo borda. Tiene las mejores alitas de pollo desde aquí hasta Sebastopol, que no está cerca, precisamente. "Es-cán-da-lo, son un es-cán-da-lo". Las acompaña de salsa alioli, brava y chimichurri. El resto de su corta carta, en la línea: provolone frito, setas a la crema, cachopo y algo más. Un saludo para Montse y Rafa.

Sidrería La Ballera (Villaviciosa, Asturias)

Sidrería de toda la vida, que sigue estando como toda la vida e igual con esto de la crisis del ladrillo, resiste unos años más. Raciones abundantes de mejillones, chipirones, cecina, parrochas, pollo al ajillo, escalopines y más cosinas. Guti escancia la sidra como si fuera el último culete antes de una hecatombe universal. Cuidado que no se puede pagar con tarjeta (astutamente, los banqueros que son muy listos, han puesto cerca un banco, con su cajero y todo). Merece la pena probar y sale económico. Las raciones son lo bastante grandes como para compartir. Se me olvidaba, el menú del día está bien, abundante y barato. Un abrazo.

Casa Eutimio (Lastres, Asturias)

Rafa, para qué voy a decir que un Ferrari es bueno, todo el mundo lo sabe. Cocinas el pescadín como pocos. Enhorabuena.

El Marbella (Lastres, Asturias)

Anteriormente llamado El Pantalán (menos mal que cerró), ahora se ha convertido en un sitio de raciones con el toque de calidad que sólo Javier, "el del Espacio", sabe dar a la comida. Calamares de romper, rollo de bonito primera división, almejinas ricas, ricas y con algo de suerte, puede que queden unas cebollinas rellenas. Tiene una pequeña terraza sobre el mar capaz de enamorar a cualquiera. Un abrazo para Alfonso.

El Barrigón de Bertín (Lastres, Asturias)

Alberto, hijo, ¿qué le pones al risotto de centollo? Se sale. También están muy buenos los calamares en su tinta y el confit de Pato. Los pescados del día, fuera de carta, son recomendados por Itzíar y no defraudan. Podéis ver la carta en internet. Un beso para vuestra nueva preocupación viviente.

El Mirador (Lastres, Asturias)

Increíble la vista al mar y montaña desde el comedor. ¡Casi se puede ver Santander! Desde que lo dirigen Fran y Pili, se está convirtiendo en objeto de deseo para "mateistas" (seguidores del Dr. Mateo) y locales. Correctísimas raciones: patatas bravas, mejillones, escalopines... en fin, lo tradicional. La paella está bastante buena. Pili, sigue con ese buen humor.

El Descanso (Lastres, Asturias)

Armaos de paciencia. Si queréis acceder en verano a lo bueno, agradable y además barato, tenéis que pagar un peaje. No tengáis prisa, que sólo es buena para los ladrones y los malos toreros. Riquísimas y muy solicitadas patatas rellenas de carne, rollo de bonito y calamares en su tinta. Todo ello cocinado con un particular toque de cebolla. Las patatas fritas parecen de clase nueva permanentemente. Un misterio. La terraza evoca aquellas comidas que hacíamos con nuestros padres en los merenderos de la época. Aprovecho para saludar a Javier y a su familia.

jueves, 14 de enero de 2010

Restaurante El Hostal (Caravia Alta, Asturias)

Uno de los comedores más tristes que puedes encontrar entre Gijón y Ribadesella, pero uno de los mejores lugares en donde podrás comer fabas con andaricas (nécoras para los no iniciados). Hacen buen foie, preparan excelentes pescados y las carnes no desmerecen. Tienen buena bodega, que si no tiras mucho de ella, no será necesario vender ninguna finca para pagar la cuenta. Saludos a Abelardo.

Restaurante Carrales (Caravia Baja, Asturias)

Al entrar, tal parece que hemos quedado para jugar una partida de tute. Pero las apariencias engañan. Cocinan como nadie el jabalí, el emberzao (especie de morcilla frita), la cazuela de pulpo y gambas y, en temporada, los calamares en su tinta. También tienen tortos con picadillo. Juani, no te enfades que la vida es corta.

El Molín de la Pedrera (Cangas de Onís, Asturias)

Reubicado en un moderno local al lado del río Güeña, bajo el puente del instituto, este restaurante, antes sidrería, ofrece tapas elaboradas con buen gusto. Mezcla toques de la nueva cocina con lo tradicional en platos que, en ocasiones, recuerdo resultaban sorprendentes. De buen agrado evoco las setas a la crema. Desgraciadamente hace tiempo que no voy, por lo que este comentario se queda cojo de cojo...... Lo arreglaré.

Casa Colo (Ceceda, Nava, Asturias)

Tradicional restaurante bien llevado por los hijos de Colo y Lola, descubierto a mis papilas hace mil años por mi buen amigo Javier de Campuloto. Destaca el filete al queso, que no es un cachopo. Mas bien, un filete empanado con fino y suave queso, presentado en tabla de madera con guarnición de ensalada, pimiento y lechuga. También ricos los guisantes, las cebollas rellenas y las carnes. De postre mousse de almendra. La terraza en primavera se sale de agradable, aunque si no llamáis, lo mas probable es que acabéis comiendo cualquier cosa en los alrededores de Nava. Un abrazo fuerte, Fran.

Mesón Suiza (Lugones, Siero, Asturias)

Mesón de los años 70 para comer a reventar sin gastar más de 12 €. Raciones abundantísimas. Tanto es así, que hacen medias raciones y aún compartiéndolas, sales como un bicho bola. Se trata de una cocina casera, correcta para un picoteo sin pretensiones. Preparan bastante bien el lacón. Saludos a Orlando y Ángel.

Casa Pepe (Las Arenas, Parres, Asturias)

Pequeño bareto de pueblo en el que se come unos de los mejores tortos de maiz con picadillo de toda la Comarca y parte de las Tierras Medias. Rica, rica la sopa de hígado y preparan como en casa la carne de vaca frita con patatas. Un lujo. Pepe, además, es muy agradable. Pequeña terraza con toldo para el digestivo post-ingesta. En verano, atacado de gente.

Llagar La Morena (Alto de Viella, Siero, Asturias)

Raciones contundentes en una carta no muy extensa, pero todo lo que hacen lo hacen bien. Calamares fritos, callos, ensalada de ventresca, tortilla de patata que flipas, pollo al ajillo, yo que sé... todo rico. El mejor lugar para cenar es el llagar, recientemente reformado, aunque en fin de semana probablemente no haya sitio y tengáis que cenar en la parte de atrás, amplia pero no tan guapa. También tiene unas mesas fuera, muy agradables para comer en primavera. La sidra la hacen ellos y está bastante buena y bien escanciada por Fonso, Rober y compañía. Cuqui y su hija, a los mandos en la cocina y Alfonso padre, sin quitar ojo. Felicidades y espero veros pronto.

miércoles, 13 de enero de 2010

La Nieta (Somió, Gijón, Asturias)

La familia que antiguamente regentaba la Sidrería Casa Gerardo de Oviedo, ahora hace lo propio en el que fuera el restaurante La Posada, en la zona residencial de Somió, Gijón. Por esos pagos se sigue destacando la grandeza de la mar entre el horno y la plancha. Peculiares y ricas son las almejas con repollo que, junto con el salpicón, los tacos de atún rojo y la caldereta de pescados, hacen que merezca la pena acercarse por el lugar. Las raciones son suficientes para compartir y el precio no se dispara si el comensal no lo hace con la bodega. Adelante Fer y Alex!!!. Saludos a tus padres.

Casa Juan (Cáceres, Extremadura)

Típico restaurante de ambientación extremeña en el que a pesar de parecer para guiris, se come bien. Destacan los huevos rotos y las carnes. Si no lo menciono me mata mi amigo Antonio. Un abrazo y espero repetir pronto.

Siete Plazas (Oviedo, Asturias)

Lo que aparentemente parece un bar para tomar unos vinos resulta ser un recomendable sitio para tapear con gusto: patatas con rabo de toro, pulpo en cama de puré, manitas de cerdo con setas, brocheta de langostinos y probablemente, las mejores cebollas rellenas de todo Oviedo (por suerte, las sirven por unidades a un precio módico). Sigue investigando, Julio. Un abrazo para tí y para Ana, que curra más que tú!

El Rancho de la Aldegüela (Torrecaballeros, Segovia)

De entrada, decir que no soy muy amigo de grandes complejos hosteleros con estrellas de esas ni gaitas parecidas. En este caso y por recomendación de mi buen amigo pucelano Javier Pirelli, quedé gratamente sorprendido tanto por la bondad de su cocina como por la calidad y rapidez del servicio. El cochinillo exquisito y las pajuelas rebozadas de cebolla (ellos las llaman de otra manera) las recordaré por tiempo.

Casa Cristina (Tellego, Ribera de Arriba, Asturias)

Casa de comidas a la antigua usanza, a la que no iba desde hacía treinta años. Siempre hay para comer pote asturiano o fabada de primero y de segundo, pitu caleya o cordero guisado. Postre de arroz con leche o flan. Nada caro y en verano tiene "prao" y sombrillas. Muy bien, Cristina.

martes, 12 de enero de 2010

El Trovador (Carcassonne, Francia)

Situado dentro de las murallas del castillo, se trata de un restaurante bien decorado, acogedor, con la chimenea siempre encendida (de hecho es en ella en donde cocinan los entrecotes y magrets). La carta es un poco liosa, pero tiene variedad de menús con distintos precios. Me gustó particularmente el crepe de queso gratinado en cazuela. Como curiosidad, si hay suficiente gente cenando, actúa un grupo de música tipo gipsy kings que canta en español. Luego pasan la gorra y te ofrecen un CD. Divertido.

Restaurante Cantegrill (Mirepoix, Francia)

Tranquilo y acogedor restaurante francés en el que aterrizamos a la hora de comer por casualidad camino de Carcassonne. Cocina muy creativa en el menú del día. Por poco dinero se puede comer terrina de paté o sopa de zanahoria con naranja (sorprendentemente buena), magret de pato con guarnición de hortalizas caramelizadas y mousse de chocolate. Bebida aparte. Bon appetite!!!

La Casa del Formatge (Andorra la Vella)

Pintoresco lugar al ser su actividad básica la de tienda de quesos. En la planta de arriba tiene varias mesas en donde podrás comer raclette, fondue de carne (vaca y pato) y como plato estrella, la fondue de queso en pan de payés, algo buenísimo para los amantes del queso. Muy recomendable y nada caro. Enhorabuena por la idea.

Restaurante Don Denis (Andorra la Vella)

Buen marisco y buena carne. No puedo decir lo mismo de la forma de actuar de su dueño y me explico: reserva de mesa para cenar 5 personas hecha en el propio local (no por teléfono) dos días antes. Anotado en el libro de reservas como la segunda para ese día. Llegamos a cenar y nos meten en el comedor del sótano. Luego nos invitaron a champán, a los entremeses, a los cafés y a dos gin-tonic, por lo que subsanaron con creces su error. Vaya lo uno por lo otro. La cena, bien. Su maitre, Eduardo del Valle, muy viajado, nos contó algunas anécdotas dignas de mención.

Cafetería Mada (Montecerrao, Oviedo, Asturias)

Agradable para un plato combinado o un picoteo con tostas y entrecote. Me sorprendieron los calamares en su tinta, aunque no pudieron servirlos con arroz blanco pues se les había acabado (en su descargo diré que era un día de semana para cenar y ya más bien tarde). Saludos a Marcelino y su equipo.

Casa Amparo (Oviedo, Asturias)

Muy céntrico y acogedor. Destaca la calidad/precio de su clásico y reputado menú del día, especialmente los jueves, cuyo plato principal es el pote asturiano. A la carta también se come bárbaramente. Las paellas y arroces caldosos están exquisitos. Saludos a José y Marga que son buenos amigos.