Resulta más difícil encontrar el bar que el fundamento de su cocina, ¡y mira que el bar se encuentra fácil! Carmen sabe poner tanto cariño a lo que hace, que unas simples patatas con picadillo se convierten en un manjar. Hace ya muchos años que en este sitio me convertí en adicto al queso de Afuega´l pito picante con dulce de membrillo. No traducir como "Ahoga el pollo" que no van por ahí los tiros. (Se llama así por la sequedad que produce en la garganta al comerlo.) Los potajes, los borda. La carne, la borda. Los postres, los borda. Todo bordado, hasta el vino, que suele ser Bordón. Un lujo que no debéis perderos. Un beso, Carmen.
viernes, 22 de enero de 2010
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