El mejor cochinillo del mundo, y no es broma (que me perdonen los segovianos), está probablemente en una población cercana a la ciudad de Cáceres, concretamente en Torrequemada. Tampoco tiene nada que envidiar el cordero merino que crece en los llanos extremeños y la torta del Casar. Si todo esto se riega con un buen vino de la Tierra, por ejemplo un Cosecha Monesterios, el resultado es digno de reyes. No tardaré en volver. Un abrazo en colaboración con Antuán, Vividor.
lunes, 25 de enero de 2010
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