Historia de cuando lo tópico se convierte en imprescindible. A veces, los sitios que ya conoce todo el mundo dan pereza, pero no es menos cierto, que la pereza puede resultar agradable. Dejando al margen la parte "celebración" del lugar, no puedo pasar sin hacer un comentario positivo. La morcilla de Burgos a la plancha, en su sitio. Las mollejas, "pa nota" aunque las tuneamos con reducción de Oporto (sugerencia del letrillas). El chorizo a la brasa, diferente. El revuelto "Tarantos" es un compendio de savoir faire. Ni que decir tiene que cuando el lechazo todavía tiene leche materna en la boca y la brasa está bien gestionada, el resultado es excelente. Enhorabuena a Julio y su equipo. Nos vemos en Pingüinos.
viernes, 2 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario