Pequeño restaurante situado en el centro del casco antiguo. Merecen la pena el repollo relleno de bonito y los frisuelos de hongos. La carne de novilla está bien de textura, pero sin tener un sabor excepcional. No sirven café expreso. Advertencia: ni se os ocurra pedir una copa después de cenar. Las cobran más caras que en el Divino de Ibiza. Si pretendéis pagar con tarjeta es probable que os digan que tienen el datáfono estropeado. Para mi que el servicio técnico va algo lento. ¡¡¡Como son estos bancos!!!! Salud.
viernes, 12 de febrero de 2010
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